Ligar en Navarra: difícil y más en pandemia
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- NICO PUIG
28/06/2021 a las 06:00
Como en toda novela de amor, siempre hay una pareja que se quiere y desean estar juntos el resto de sus vidas. Pero también hay quien quiere impedirlo. Esta vez, el obstáculo son las fuertes restricciones generadas por la pandemia. La falta de ocio nocturno desde hace un año y las medidas de distancia y reunión han impedido relacionarse.
“Ahora mismo se liga menos, no podemos juntarnos tanto con la gente ni salir de fiesta, entonces apenas conocemos gente nueva”, cuenta Naia Garayoa Gárriz, de 16 años.
Naia y sus amigas Irati Vélez de Mendizábal Echechipia y Ane Echechipia Ciano, todas de 16 años y estudiantes del Instituto Iturrama, dan su opinión sobre cómo se relacionan los jóvenes en pandemia: “Hay gente que se lo toma más en serio y otros que siguen haciendo lo mismo que antes”. “Por ahora no utilizamos Tinder ni otras aplicaciones para ligar”, comentan.
La gente de su edad se reúne o queda gracias a la red social Instagram, “Ahora lo que se hace es contestar o reaccionar a las historias y la gente es más directa y lanzada para hablar por las redes sociales”. “Desde marzo de 2020 hemos ligado lo justo y necesario”, ríen las tres.
Un claro ejemplo de dos personas que se han conocido por Instagram son la navarra y la catalana Andrea Charlot Taberna y María González Pont, de 20 y 23 años, respectivamente. ”Ahora se liga por las redes sociales porque no se puede salir de fiesta y además las mascarillas no permiten ver la cara de la gente”.
Andrea Charlot cuenta que las personas, a raíz de no poder verse, intentan lanzarse más por las redes sociales para después poder quedar. “Ahora están más normalizadas las apps para ligar, ya no es un tema tabú como podía ser antes de la pandemia. Nosotras nos hemos conocido por Instagram”, argumenta Charlot.
María González y Andrea Charlot no conocen muchas parejas nuevas, pero sí algunas que se rompieron por el confinamiento. “Ha habido bastantes rupturas en nuestro entorno. Ahora que estamos volviendo a la ‘normalidad’ es más fácil comenzar una relación. Aunque no puedas salir de fiesta puedes hacer otras cosas: ir a un restaurante, a la playa o a otra ciudad”. Eso sí, a pesar de todo, explican que a su alrededor la gente está ligando menos porque: “Aquí se liga mucho de fiesta”.
“TODO ES DIFERENTE”
Como Andrea y María también hay más parejas que se han conocido recientemente. Es el caso de David del Brío Maestre, de 22 años, y Encina Calleja Alvárez, de 20 años. “Nosotros nos hemos conocido en una fiesta”. Ellos argumentan que ahora todo es diferente. “Yo he visto ligar a gente en una terraza, y antes a las terrazas solo se iba a tomar algo”, dice Encina Calleja.
“Como se conoce a menos gente, las personas están abiertas a conocerse en cualquier lado”. David del Brío opina que las redes sociales se utilizan como una ventana más para socializar, al no haber un contacto directo como había antes y “se ha potenciado más a raíz de la pandemia”.
“Nosotros no nos conocíamos antes y nos sentimos afortunados de habernos conocido en estas circunstancias”. A pesar de la visión que tienen otros, ellos creen: “Ha habido rupturas pero en general nuestro entorno ha ido a mejor”. “Hay una ventaja de todo esto y es que antes ibas con una fachada cuando ibas a ligar a una discoteca y ahora eres tú mismo y eso engancha más. Si enganchas es porque has conocido a la persona de verdad”, argumenta Del Brío.
FACHADA NO REAL
Joseba Ferreiro López, bilbaíno de 24 años, destaca que ahora hay menos momentos para socializar. Si me quisiera juntar con alguien que he conocido en redes sociales hablaría con ella y tendría una cita. “Si tienes valor, pides la cita y si no, no la pides”.
La gente sí que es verdad que está utilizando más redes sociales para ligar. “Es lo único que queda, es inevitable que ahora se fomente, cuando pase la pandemia se dejará de utilizar tanto. Cuando se acabe todo esto la gente saldrá como loca a ligar, saldrá de fiesta y estará desatada”.
Para Joseba Ferreiro lo importante para ligar ahora mismo es ser natural. “Si no eres tú, luego se puede llevar una decepción. La relación se vuelve más natural, ya que a veces Instagram hace que tengas dos caras”, relata.
Ricardo García López, bilbaíno de 21 años, cree que no es más difícil conocer a gente nueva porque como no sale de bares o de discoteca, “están más activos, ya sea por Tinder o otras redes sociales”.
“La gente utiliza más redes sociales ahora para quedar. Yo tengo Tinder, y ahora se está muy de moda hacerse perfiles en Tinder, hay incluso grupos de amigas que se crean un perfil de grupo para quedar con otro grupo”. García cuenta que se esperaba que fuese más difícil ligar de lo que es ahora mismo. “No sé si a todo el mundo le pasará igual. He visto que a raíz del confinamiento mucha gente lo ha dejado con su pareja. No durante el confinamiento pero sí más tarde y eso es más destacable”.
En la línea de Ricardo se encuentra Jesús Musitu Eugui, pamplonés de 22 años, quien considera que ahora “la gente está mas suelta y te habla más fácil que antes por redes sociales”. “La distancia física a la que nos hemos visto afectados, afecta a las relaciones a distancia y ha hecho que haya sido más complicado que algunas parejas sigan”, afirma.
Instagram se utiliza ahora más que antes para ligar”. “En redes sociales muchas veces te animas más a hablar con desconocidos y luego muchas veces a la cara ni se habla”, apunta Musitu. La fuerza de las relaciones que se han generado a lo largo de la pandemia son mucho más fuertes que muchas anteriores. Musitu cree que a la gente le cuesta ligar porque no sabe lo que quiere: “No saben buscar, hay que conocerse a uno mismo para poder encontrar a la persona idónea”, concluye.
Maria Yurrita Gauna, donostiarra de 23 años, cree que no ha sido fácil conocer a gente nueva. “Conoces a más personas de tu entorno con la que igual antes no te llevabas. Y al final, como te juntas con los mismos, siempre vas conociendo más a esa persona y también a su círculo”.
En la misma línea que Ricardo y Jesús, María Yurrita piensa: “Ahora la gente está más lanzada para ligar por redes sociales, mucha gente que antes no se atrevía a usar las apps como Tinder pues ahora sí que la usa”. Una de las cosas que llama la atención a María es que ahora puedes conocer a grupos de gente a través de Tinder. “Al no haber ocio nocturno ahora se conoce a la gente de una manera más natural, cara a cara tomando algo en un bar o dando un paseo”.
LIGAR COMO ANTES
En otra línea de pensamiento se encuentra Iñigo Purroy Cañada, pamplonés de 21 años: “Se me ha hecho más difícil porque soy muy de conocer cara a cara a las personas. Al final no hemos podido conocer a más gente porque no había fiesta”. “Hablar por redes sociales, se me hace un poco complicado porque no lo he hecho nunca, y esto le ha pasado a mucha gente de nuestro entorno: que somos más de bares y de conocer a gente en persona bailando o haciendo el tonto. Por redes sociales se hace más complicado de gestionar”, añade.
Al utilizar las redes se ve que “la gente está más lanzada, o por desesperación o porque lleva mucho tiempo sin ligar. Y es normal ya que es el método más sencillo”.
Todo parece indicar que tener algo parecido a una novela amorosa deberá empezar online y no como antaño. Está claro que las redes sociales ayudan, pero siempre hay que recordar: nunca hay que perder en las pantallas el valor de las miradas.
INSTAGRAM Y TINDER: LAS REDES QUE MÁS TRIUNFAN PARA LIGAR
Instagram se ha convertido sin lugar a dudas en una de las redes más emblemáticas para ligar según los entrevistados, reaccionar y responder a historias es uno de los métodos más utilizados para poder entablar un primer contacto. Tinder una “app para ligar” es una aplicación de citas para conocer a personas cercanas con las que ha habido un interés mutuo. Cuando ha habido ese interés mutuo, se produce el llamado “match” de Tinder. Es entonces cuando podrás chatear e iniciar una conversación. Si una de las dos personas no está interesada, no podrán hablar. Una de las novedades que ofrece es la opción de crear perfiles en grupo para poder hacer reuniones entre grupos.
“La tendencia de las pantallas, las redes sociales en las relaciones ya se vislumbraba antes de la pandemia”, explica Alejandro Navas. Para entender los cambios en las relaciones que se están produciendo a raíz de la pandemia el sociólogo explica los comportamientos de la población joven.
¿Qué proceso sufren los jóvenes durante su adolescencia?
El joven sufre cambios, físicos, psicológicos y a la vez tiene que elegir si la mochila cultural que le ha inculcado la sociedad, la familia, el grupo de referencia, le parece aceptable o no. Busca su identidad ideológica, sentimental, laboral y profesional. Son momentos de ebullición hasta hormonal. Al principio de este proceso de cambios un papel fundamental lo juega la cuadrilla. Antes de esto, quien educaba era la familia. Ahora la familia no siempre es un factor que culturiza. Aparecen agentes nuevos que son redes sociales, los amigos, las pantallas…
Es un tópico hablar de los jóvenes, salir, la fiesta…
Antes de la covid, dicen las encuestas, los jóvenes salen los fines de semana menos que hace 2 o 4 años. ¿Por qué? Porque se quedan en casa viendo series, jugando a videojuegos, chateando. De repente el contacto cara a cara pierde terreno. Y gana terreno lo virtual.
¿Qué cambios se están produciendo en las relaciones con el auge d e las redes sociales?
No sólo se utilizan redes sociales. Ahora también entre gente joven llamar por teléfono es una praxis que va a menos, porque se considera demasiado agresiva e invasiva. El WhatsApp se utiliza más. Cuando uno sube una foto a Instagram queda a la espera de los ‘me gusta’, sigue siendo crucial lograr la aceptación del grupo, el ser humano busca reconocimiento, integrarse en el grupo, ser uno más, ser aceptado. Es lo que en la opinión pública se conoce como la espiral del silencio.
¿Por qué la opinión del grupo muchas veces nos condiciona?
Decía Baltasar García: “Poco con todos, que cuerdo a solas”. Esto se ha comprobado de modo experimental. Si todos menos uno se ponen a decir que está nublado y llueve a mares, el que esté solo muy fácilmente dirá que sí, que es verdad. Porque prefiere ser uno más aunque sea para una locura que quedarse solo frente al grupo. Muy poca gente tiene fortaleza para diferenciarse del grupo. ¿Dónde va Vicente? Donde va la gente.
Esto, las redes sociales lo intensifican. Los jóvenes viven a expensas de buscar la aprobación del grupo. Si no llegan los likes en Instagram se quedan inquietos, todo es de manera virtual, no hay contacto cara a cara.
¿A raíz de la pandemia se ha perdido algo de habilidad para ligar?
La falta de contacto físico se pone en evidencia. También se observa que mucha gente joven ha perdido destrezas, competencias sociales. Para el ligue por ejemplo no saben abordarlo con una chica, también aquí hay efectos negativos de las pantallas como puede ser la pornografía. Muchísima gente joven vive su educación sentimental en páginas de pornografía; eso es demoledor porque en esas páginas lo que se ve es machismo, violencia. La covid esto lo ha intensificado, pero ya había una cierta tendencia hacia la virtualización en detrimento de lo físico.
¿Cómo funcionan estas relaciones virtuales?
Esto es un negocio, las mujeres con frecuencia no pagan, los hombres sí. En algunos portales son empleadas del portal que lo único que hacen es hacer creer al nuevo miembro que “es un crack”, esto está manipulado.
¿Que pasará cuando acabe todo esto?
Hay muchas ganas de la fiesta y de juntarse debido a la abstinencia de este último año y medio. Además, a raíz de la pandemia la sociedad se ha dado cuenta de que necesitamos ser queridos y esto la pandemia lo ha puesto de relieve, por ejemplo en el mundo educativo, con la existencia de la presencialidad durante este curso.
“El uso de Internet en general y de las redes sociales en particular para contactar con personas es una tendencia que ya existía, aunque la pandemia y en particular el confinamiento la han profundizado”, adelanta Sergio García Magariño.
¿Ha sido difícil para los jóvenes conocer gente nueva desde que empezó la pandemia?
Para ellos ha sido complicado. Los jóvenes han sido la población que más esfuerzo ha hecho. Pero la razón no es que hayan hecho algo diferente al resto, sino que sus particularidades, la baja probabilidad de que tengan una enfermedad grave como consecuencia de la covid, hace que las exigencias que se les han planteado de mantener las mismas pautas de comportamiento de una persona mayor de 70 años requieran subjetivamente un esfuerzo mayor.
¿Qué supone a la juventud haber estado más de un año con limitaciones de reunión y de ocio?
Los jóvenes han redescubierto el espacio público, la vida pública se había centrado mucho en los espacios cerrados como son los grandes centros comerciales, bares o discotecas. Con la pandemia, como exige estar al aire libre porque el contagio es menor, la gente va más a los parques, al monte y los jóvenes eran los que más ganas tenían de estar con otros. Por eso ha sido muy típico verles por esas zonas.
¿Cree que ahora se utilizan más las redes sociales para ligar?
Era una tendencia que ya venía, se utilizaban más las redes para ligar que anteriormente. Las redes se utilizan mucho más durante la pandemia por parte de todos los colectivos. Son un arma de doble filo: cuando se utilizan como complemento de las relaciones físicas, sociólogos y psicólogos concuerdan en que ayudan a la socialización, pero, si se utilizan mal, lo que hacen es inhibir la capacidad de socialización. Las personas que más tiempo pasan en las redes, si eso supone reducir las relaciones físicas, atrofian su capacidad de socialización real. Hay que tener una mirada crítica para desentrañar lo que hay detrás de las redes sociales, para no ser títeres de ellas.
Pero la gente está más lanzada a ligar por redes sociales. ¿Por qué a través de las pantallas muchas veces es más fácil generar confianza?
Tú te conectas a una plataforma y puedes mantener el anonimato. Además sólo con darle a un click puedes hacer que la relación desaparezca, no hay un compromiso real. En la vida física, se requiere un tiempo, las relaciones no se rompen de la noche a la mañana, sin embargo las redes sí que te lo permiten. Por eso, hay gente que se vuelve experta en relacionarse por las redes pero luego es inexperta pare relacionarse en la vida real.
¿Es más efectivo conocerse físicamente que a través de una red social?
Lo importante es que una cosa desemboque en la realidad. En la relación cara a cara.Las redes tienen unas lógicas narcisistas, por eso no fomentan una socialidad tan natural. En la vida real, las personas que son muy narcisistas tienen dificultades para comunicarse con los otros. Sin embargo, en las redes el que potencia su imagen, su narcisismo, se vuelve el ídolo.
¿Ahora que de momento no hay ocio nocturno se conoce a la gente de una manera más natural?
Es difícil, yo diría que el hecho de que no haya alcohol de por medio es un factor que hace que mejore la relación. Si las relaciones se establecen fuera de esos contactos dominados por el alcohol, serán más maduras, además tendrán un comportamiento más paulatino porque el alcohol lo que hace es desactivar nuestros mecanismos de autocontrol y permite que emerja la naturaleza más animal del ser humano. Aunque parece que la relación o el contacto va más despacio, a largo plazo, eso tiene más probabilidades de éxito que una relación que se establece bajo el influjo del alcohol.
¿Qué diferencias puede acarrear conocer a una persona por redes sociales o físicamente?
Las relaciones físicas son más lentas, en el sentido de que tienes que ir descubriendo a la persona. Tienes que realmente pasar por alto los defectos del otro, tienes que enfrentarte al carácter de la otra persona de manera real, y eso es lo que finalmente queda.