Bienvenido al espacio virtual de Sergio García. Con ella pretendo contribuir al debate público, en la medida de mis posibilidades, de manera constructiva.
Las secciones relacionadas con opinión e investigación se corresponden con los últimos años de mi vida. Regresé de Colombia a San Sebastián a finales del 2007 e inmediatamente después me enrolé en estudios de doctorado en Pamplona, en la UPNA. Durante ese período comencé a escribir artículos y a participar en investigaciones sociológicas. A raíz de mi vinculación con el think tank Globernance, este proceso se intensificó. Tras finalizar mi tesis doctoral en el 2013 y ya casado con una Pamplonesa, nos desplazamos a Madrid para colaborar con un proyecto de la comunidad bahá’í que me hizo consciente de la importancia de contribuir al debate público en medios de divulgación y de buscar formas de incidir en las políticas públicas constructivas, además de proseguir con la labor más de fondo de investigar y publicar en revistas y editoriales académicas.
La sección de arte se conecta con mi vida en Honduras y Colombia entre el 2000 y el 2008,así como con los viajes por Escocia, El Salvador, Brasil, Panamá y Bolivia que he realizado. Allí viví experiencias extremadamente enriquecedoras e intensas que prácticamente me obligaron a volverme hacia la pluma para canalizar tanta emoción y compartir lo vivido: los siete meses en un orfanato en la Villa San Antonio, los gamines de Tegucigalpa, la belleza de los campesinos, el dolor de la muerte, el sinsabor de la pobreza, la belleza de la amistad, la sublimidad de la trascendencia y el misticismo, la magia de Cartagena de Indias, Lorica, Bogotá, el Valle de Cauca, Manizales o Santa Rosa, la sencillez indígena, la nostalgia de lafamilia y de mi tierra, la hospitalidad, el horror de la guerra, las desigualdades, los huracanes, la indispensabilidad de la educación, la fuerza de la juventud, la diversidad religiosa, los movimientos revolucionarios, los no lugares como los aeropuertos, el realismo mágico del Caribe, la Fe, el deseo de transformar el mundo, el encanto de lo exótico, las diferencias culturales, el trajín de las grandes urbes, la enfermedad ajena y propia…
Durante ese período también profundicé en otras formas artísticas, además de la poesía, en las que ya estaba algo iniciado, tales como la música. Mis estudios de piano nunca aprovechados bien facilitaron la conversión a la guitarra, primero interpretando piezas sencillas, como Una canción del grupo barranquillero «Los de Adentro», y luego haciendo pinitos en composiciones simples para fomentar movimientos de cambio con los que estaba implicado. La última dimensión artística, aunque no muy desarrollada, es la de creación audiovisual. El documental Navarra se vive en Plural que aparece en la sección de arte, es un esfuerzo por aplicar la investigación sociológica con creatividad a un ámbito como el de la diversidad religiosa.
La sección de entrenamientos y dietas emana de mi faceta deportiva. Mi primera etapa universitaria, de 1996 a 2001, se vincula con el IVEF de Vitoria y con las ciencias de la actividad física y el deporte. El baloncesto, las pesas, el volleyball, la preparación física, el entrenamiento, la nutrición deportiva… eran mi pasión en aquel entonces. Había días en que pasaba más de seis horas haciendo ejercicio. Entrené al equipo femenino de la universidad de Vitoria en la liga nacional universitaria ya extinta en España. Jugué en el mismo equipo masculino. Sufrí y disfruté, ganamos y perdimos. Sobre todo, practiqué mucho, con alegría y entusiasmo. Durante mi estancia en Edimburgo comprobé otras formas de entrenar y me familiaricé un poco con otras maneras de entender la actividad física y la ciencia deportiva.
Desde el 2009 hasta el 2014 trabajé mucho en ese ámbito: preparación física en gimnasios, entrenador personal, elaboración de dietas para deportistas o personas interesadas en bajar de peso, natación, spinning, gimnasia de mantenimiento… incluso me inicié en el baile Zumba. Esa faceta está algo relegada a un segundo plano, pero el poso ha quedado. Mi reciente vinculación con la sociología del deporte como profesor de una universidad nueva me ha permitido, no obstante, unir gratamente dos mundos que no estaban muy conectados en mi interior: el de la actividad física y el deporte y el de la sociología.
La sección de consultoría es la más novedosa e incipiente. Después de años de trabajar dando clase en varias universidades de materias muy diversas —resolución de conflictos, derecho internacional público, políticas públicas, desarrollo, cooperación internacional, gobernanza corporativa, investigación científica, seguridad pública—, y de haberme adentrado en el ámbito del debate y las políticas públicas a través de las labores con la Oficina de Asuntos Públicos de la comunidad bahá’ís de España, varias personas muy comprometidas socialmente con las que tengo mucha amistad, me alentaron para constituir con gente afín un Instituto cuyo fin es ayudar a organizaciones con fines sociales, públicas y privadas, a implementar los mecanismos de la buena gobernanza en su funcionamiento y a mejorar la gestión de programas y proyectos.
Como no podía ser de otra manera, es menester mencionar en esta pequeña reseña biográfica que una de mis motivaciones más poderosas, aunque tierna aún, son mis dos hijos y mi mujer. Con ellos lo dicho anteriormente completa su sentido. Y sin mi mujer en particular, mucho de lo que surgido de mí en la última fase de mi vida seguramente no habría brotado. Gracias.
